viernes, 29 de mayo de 2015

EFECTO IN VITRO DE LAS BEBIDAS REFRESCANTES SOBRE LA MINERALIZACIN DE LA SUPERFICIE DEL ESMALTE DENTARIO DE PIEZAS PERMANENTES EXTRAIDAS

Efecto In Vitro de las Bebidas Refrescantes sobre la Mineralización de la Superficie del Esmalte Dentario de Piezas Permanentes Extraídas

El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de las bebidas refrescantes sobre la mineralización de la superficie del esmalte de piezas dentarias permanentes extraídas. Para esto se realizó un estudio experimental donde la muestra correspondió a 50 cortes de premolares permanentes extraídos en estado íntegro, estos fueron distribuidos en tres grupos de estudio mediante asignación aleatoria: bebidas gaseosas, jugos y néctares, y aguas minerales purificadas y saborizadas más un grupo control. Los dientes fueron lavados y almacenados en saliva artificial a 4°C. A todos los cortes dentarios se les midió la mineralización con el equipo Diagnodent 2095 (Kavo®) antes de iniciar la exposición, la cual correspondió a un minuto en el tipo de bebida según grupo, seguido por tres minutos en saliva artificial, ciclo que se repitió cinco veces en un tiempo de 20 minutos. Este procedimiento se realizó una vez al día, por un mes y para cada día se utilizaron nuevas bebidas refrescantes. Una vez finalizado se volvió a medir la mineralización para luego realizar las comparaciones entre grupos. El grupo de bebidas gaseosas provocó una mayor desmineralización en la superficie del esmalte dentario (p=0,000), seguido del grupo de jugos y néctares (p=0,000). El grupo de aguas minerales saborizadas y purificadas no provocaron efectos sobre la mineralización de la superficie del esmalte. Por lo tanto, sólo el grupo de gaseosas y jugos provocaron un efecto desmineralizador en la superficie del esmalte de las piezas dentarias, siendo la Coca-cola® la que produjo mayor efecto seguido de la Coca-cola light® y luego el Kapo®.





Resultados

La Coca-cola® y Coca-cola light® fueron las bebidas refrescantes con menor pH (2,08) y (2.25) respectivamente y las que produjeron un mayor efecto desmineralizador, esto se puede explicar ya que ambas presentan en su composición ácido fosfórico, el cual es un acidificante muy potente que interfiere con la absorción de calcio y contribuye al desequilibrio que lleva a una pérdida adicional de calcio (Tucker et al., 2007). Las bebidas gaseosas "de dieta", simplemente cambian el azúcar por edulcorantes no nutritivos, y que también son generadores de ácidos y pueden experimentar el riesgo de erosiones de esmalte. Esto se sabe a pesar de que los estudios sobre el rol de las bebidas gaseosas en la erosión dental, aún son preliminares (JADA).

Los resultados de este estudio demuestran que no todos los grupos de bebidas causan el mismo efecto, siendo las bebidas gaseosas las que producen mayor efecto sobre la mineralización de la superficie del esmalte dentario comparado con los jugos y néctares y las aguas minerales saborizadas y purificadas. Sin embargo, los jugos y néctares también causaron un efecto desmineralizador, superando el efecto de la bebida gaseosa Fanta®, a pesar de que ésta presentaba menor pH (2,31) respecto a los jugos de manzana. Dentro de los jugos y néctares, el jugo Kapo® fue el que provocó mayores efectos sobre la mineralización del esmalte, seguido por el Watts® de manzana y por último el jugo Andina® manzana, estos jugos también tienen ácidos que son los que le otorgan las características refrescantes, de sabor y que actúan como preservantes y por consiguiente disminuyen el pH a la solución. En general, todas las bebidas refrescantes analizadas en este estudio tenían un pH menor a 4, y los procesos de desmineralización comienzan a ocurrir cuando el pH es menor a 5,5 que es el pH crítico de la hidroxiapatita (Featherstone et al.).

El proceso de desmineralización es altamente dependiente del grado de saturación de la solución desmineralizadora, del pH, de la concentración de ácidos orgánicos no disociados, como también de la naturaleza de los ácidos orgánicos. Estas variables además determinarán la naturaleza de la lesión que se producirá en el esmalte (Margolis et al., 1999). Por tanto, las bebidas gaseosas y los jugos y néctares tienen el potencial para erosionar la superficie del esmalte en piezas dentarias debido a la cantidad de ácidos que presentan y la gran cantidad de azúcar que se le adiciona para neutralizar el sabor de los ácidos lo cual se encuentra relacionado con la aparición de caries (JADA). En la Figura 2, se muestra como ha aumentado el consumo de bebidas refrescantes en los últimos 10 años durante los primeros semestres. Es por esto, que se debe tener consciencia sobre los efectos erosivos a largo plazo de estos refrescos y enfatizar que la educación en salud debe partir desde la infancia para crear hábitos adecuados en alimentación, higiene oral y modificación temprana de malos hábitos (González et al., 2009). Uno de los factores más relevantes en la incidencia y prevalencia de la caries dental en niños es la falta de educación e información en salud oral por parte de las personas responsables de ellos: padres, tutores y/o profesores (Sarralde et al., 2008). Por lo general, son los padres y/o tutores los que se encargan de comprar estos refrescos a los que dan igual o mayor importancia que a otros bienes, siendo sólo superados por la carne y el pan. En la Tabla III, se muestra el gasto mensual y el consumo en litros según ingreso per cápita por familia en 10 grupos o deciles.
Como ya se ha mencionado, la condición erosiva que causan algunas de las bebidas refrescantes analizadas podría llevar a desarrollar a largo plazo un aumento de las caries dentales, siendo éste el mayor problema de salud bucodental en la mayoría de países industrializados, llegando a afectar entre el 70% y el 95% de la población escolar y adulta (OMS, 2002).

CONCLUSIONES


El presente estudio mostró que existen diferencias significativas entre los efectos que producen las distintas bebidas sobre la mineralización de la superficie del esmalte. Se comprobó el potencial efecto erosivo de las bebidas gaseosas y de jugos y néctares mediante la variación de la mineralización, no así de las aguas minerales saborizadas y purificadas, las cuales no provocan cambios en la mineralización del esmalte de piezas dentarias. Se debe tener presente los efectos erosivos del consumo frecuente de bebidas con alto contenido de azúcar y de refrescos no nutritivos para así limitar su consumo.

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-381X2011000200008&script=sci_arttext

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